Los premiados en el concurso literario "Historias de cine", han sido:
MODALIDAD B-SECUNDARIA
ACCÉSIT: Eluney Prats Fares. 1º B- "Los crímenes del museo de cera"
ACCÉSIT: Patricia Moreno Ostiz, 1º-B- "Rebeca"
DOS PRIMEROS PREMIOS
Natalia Cárcamo Perojo, 1º A, con el relato inspirado en la escena de la película "El chico"
Andrea Herrán Pérez, 1º C, "Horizontes perdidos"
MODALIDAD B-CICLOS FORMATIVOS Y BACHILLERATOS
PRIMER PREMIO
Lucia Cortabitarte Viota, 1º Bach. "Arsénico por compasión".
TRABAJOS PRESENTADOS Y PREMIADOS
Natalia Cárcamo Perojo, 1º A, con el relato inspirado en la escena de la película "El chico"
Una mañana muy fría y oscura en la ciudad de las sombras, donde todo cuanto estaba al alcance de la vista estaba cubierto por una fina capa de nieve.
En las calles, pocos valientes se atrevían a desafiar el dominio de tan cristalino oponente. Muchos de los niños en aquella ciudad morían de hipotermia, entre los callejones, donde se acurrucaba, entorno a una débil lumbre,rezando para que el sicario de la nieve, no llegara a aparecer.
Un pequeño deshollinador de unos nueve o trece años, no más, se disponía a entrar en la casa que compartía con su padre y su desabrido compañero de negocios. Al abrirla puerta, la bisagra chirrió, produciendo un sonido gutural que al pequeño deshollinador, le recordó a los gemidos de su madre, cuando casada con su padre, intentaba que sus hijos pudieran comer un trozo de pan al día.
La madre del pequeño deshollinador murió, a manos de su padre bebido. Al igual que su hermana que intentaba vender fósforos, y le había pedido dormir en casa, pero el dijo:
"¿Cómo osas desafiar la capacidad de tu padre para dirigir un negocio? ¡Ni se te ocurra llamar a mi puerta si no vendes por lo menos diez míseras cajas de cerillas!" Esa fue la última ves que la vi.
-¿Qué traes hoy mozuelo?- El pequeño deshollinador extendió su huesuda mano ante la imponente figura de su padre, que desprendía una peste a tequila, portador de dos dientes negros como su corazón, y en la boca, un puro recién encendido, que producía una estela de humo desagradable. El conjunto de todos los defectos que lo personificaban formaba parte de las peores pesadillas del pequeño deshollinador.
En la negruzca palma de su mano se hallaban unas cinco libras.
-Muy bien muchacho, hoy tienes suerte, te dejaré alimentarte a base de los restos de mi cena-
Dijo con aquel brillo en los ojos que le provocaba beber el whisky que le vendía el tabernero de la esquina.
-Pero...e-es Navidad..._intentó vocalizar mientras bajaba la mirada hasta sus desnudos pies manchados de hollín.
Una figura se descubre tras la desbaratada y sucia cortina.
-Se ve que nuestro pequeñajo piensa que va a tener regalos de...Navidad_ Dice mientras a carcajadas coge las botella que hay encima de la mesa, bebe un trago, y acto siguiente la tira contra la pared, en la que se rompe en pequeños pedacitos de color verde, como pequeñas esmeraldas esparcidas atropelladamente.
_Mientras nosotros,_sentencia acercando su cara a la del chico_estemos aquí y seas menor, tendrás que hacer lo que nos plazca...pequeño asno.
El compañero de su padre tenía una nariz grande y desagradable, ojos rasgados de color marrón casi negro como sus pensamientos, y unos dientes amarillos y descolocados como quien tira las piezas de un ajedrez al suelo. Su mera presencia hacía que el pequeño deshollinador sintiera una sensación en la boca...como si hubiera tragado un jarabe agrio e intenso, que le bajara por la garganta tediosamente.