Coge el miedo de la mano
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el IES Cantabria-Santander
Coge el miedo de la mano es el sugerente título del proyecto
eTwinning en el que el alumnado de Psicología de 2º de Bachillerato del
IES Cantabria está trabajando desde enero con la profesora Aránzazu Iturrioz.
En
este proyecto colaborativo participa alumnado del instituto Calabrese-Levi
de San Pietro in Cariano (Verona-Italia) y doce alumnos del IES Cantabria de
Santander.
Los
estudiantes de los dos institutos han analizado textos sobre el miedo y sobre
diferentes tipos de miedo, y han preparado presentaciones y documentos sobre el
tema. Miedos reales o imaginarios, miedos que nos impiden tomar decisiones, miedos
que nos impiden avanzar… Miedo al fracaso, a no ser aceptado por los demás,
miedo a volar, a los insectos, miedo a quedarse solo por la noche, miedo
escénico… Un tema muy interesante, ¿verdad?
El trabajo está siendo intenso y exigente.
En primer lugar, hemos seleccionado y
comentado varios fragmentos del libro Sin miedo de Rafael
Santandreu, Editorial Grijalbo (2021).
Algunos fragmentos de este libro fueron seleccionados
y comentados en clase por Sofiia. De ese mismo libro, Álvaro
recopiló citas de una monja budista que tratan sobre el miedo y cómo
afrontarlo. También Karen y Jenyffer eligieron algunos fragmentos de la
Biblia que hablan sobre el miedo.
Nuestras investigaciones, para entender mejor
esta emoción básica y para saber gestionarla, continuaron. Marcos y Lucía nos
explicaron con detalle las emociones básicas y, en especial, el miedo.
Melisa y Maomi prepararon una interesante presentación sobre el estrés y
los miedos en la adolescencia. Carlota nos habló de la ansiedad y de los
tratamientos para curar este trastorno. En otra presentación, Desirée y
Yohana explicaron qué es la inteligencia emocional y cómo podemos afrontar,
desde ese enfoque, nuestros miedos. Veracruz recopiló imágenes de las
colecciones de Europeana en las que el protagonista, en el rostro y en
la expresión de las personas, es el miedo.
En este proyecto también estamos fomentando la lectura de un clásico, Julio Cortázar que, en su libro Historias de cronopios y de famas (Diario EL PAÍS; Clásicos del Sigo XX. 2002), viene con sus Instrucciones y ejemplos sobre la forma de tener miedo. Son microrrelatos inquietantes que nos han dado motivos para tener y para no tener miedo.
Los alumnos y las alumnas de Santander y de San Pietro in Cariano, conjuntamente, hemos revisitado este texto, sugerente y delicioso, y hemos hecho nuestras versiones. Compartimos con vosotros los microrrelatos originales y nuestras originales versiones. ¡Disfrutad!
En un pueblo de Escocia venden libros con una página en blanco
perdida en algún lugar del volumen. Si un lector desemboca en esa página al dar
las tres de la tarde, muere.
En un pueblo toscano venden ropa con una etiqueta dorada escondida entre muchas etiquetas con diferentes colores. Si una persona encuentra esta etiqueta, gana unas vacaciones de ensueño.
Francesca (San Pietro in
Cariano)
En un pueblo de España, productor de quesos artesanales, promueven la "Ruta del queso" y en un queso escondido hay una lámina de oro. Si alguien la encuentra, en el momento exacto en el que se ponga el sol, gana las llaves del pueblo. Karen (Santander)
En la plaza del Quirinal, en Roma, hay un punto que conocían los iniciados hasta el siglo XIX, y desde el cual, con luna llena, se ven moverse lentamente las estatuas de los Dioscuros que luchan con sus caballos encabritados.
En la plaza de España, en Roma, hay una zona que los iniciados conocían en el siglo XIX, y en la que se puede encontrar un rarísimo trébol dorado. Cualquiera que lo encuentre puede considerarse afortunado y pedir un deseo para que se haga realidad. Anna (San Pietro in Cariano)
En la plaza Pombo, en Santander, hay un tiovivo que lleva allí muchos años, y el cual solo se enciende el día que hay luna llena... los caballitos empiezan a moverse, salen luces de colores y música alegre para toda la ciudad. Carlota (Santander)
En Amalfi, al terminar la zona costera, hay un malecón que entra en el mar y la noche. Se oye ladrar a un perro más allá de la última farola.
En Amalfi, al terminar de la zona costera, se ve un palafito oscurecido por la luz del sol al atardecer y dos enamorados sentados allí que se miran a los ojos y se prometen amor eterno. Giulia (San Pietro in Cariano)
En la orilla del mar, durante la noche en un malecón, estaba un hombre jugando con su perro. Más allá de la farola se escuchó un ruido muy fuerte, como un canto de sirena. Sin darse cuenta, se acerca a un acantilado y se encuentra con una mujer hermosa cantando opera. Jenyffer (Santander)
Un señor está extendiendo pasta dentífrica en el cepillo. De pronto ve, acostada de espaldas, una diminuta imagen de mujer, de coral o quizá de miga de pan pintada.
Un niño está extendiendo tomate sobre una rodaja de pan cuando, de pronto, ve encima de la mesa el bote de tomate sin abrir. Marcos (Santander)
Un señor, mientras se estaba cepillando los dientes, vio como en un sueño, a través del espejo, la imagen de su hermana Marta que murió hace dos años a causa de un accidente de tráfico. Marta era justo como se la recordaba con su largo pelo lacio y sus ojos azules. Matilde (San Pietro in Cariano)
Al abrir el ropero para sacar una camisa, cae un viejo almanaque que se deshace, se deshoja, cubre la ropa blanca con miles de sucias mariposas de papel.
Al abrir el ropero para sacar una camisa, cae un viejo libro de fotografías que me recuerda hermosos momentos con mi familia. Giulia (Italia)
Al abrir un armario para sacar un vestido, cae un cubo de pintura de color amarillo, que me cubre de ese color alegre, creando un aroma que me recuerda al verano y me transporta a la playa con el sonido del mar de fondo. Lucía (Santander)
Se sabe de un viajante de comercio a quien le empezó a doler la muñeca izquierda, justamente debajo del reloj pulsera. Al arrancarse el reloj, saltó la sangre: la herida mostraba la huella de unos dientes muy finos.
Llegó la noticia de un viajero al que le empezó a molestar su muñeca izquierda, casualmente debajo de su nueva pulsera de colores. Cuando fue a mirar su muñeca, decidió quitarse la pulsera: allí donde había estado la pulsera solo quedaba una pequeña marca con forma de estrella.
Veracruz (Santander)
Se sabe de un hombre al que le empezó a doler la muñeca izquierda, esa mañana fue al tatuador para hacerse un hermoso tatuaje. El tatuaje presentaba una mariposa junto a una rosa.
Veronica (San Pietro in
Cariano)
El médico termina de examinarnos y nos tranquiliza. Su voz grave y cordial precede los medicamentos cuya receta escribe ahora, sentado ante su mesa. De cuando en cuando alza la cabeza y sonríe, alentándonos. No es de cuidado, en una semana estaremos bien. Nos arrellanamos en nuestro sillón, felices, y miramos distraídamente en torno. De pronto, en la penumbra debajo de la mesa vemos las piernas del médico. Se ha subido los pantalones hasta los muslos, y tiene medias de mujer.
Acabamos de terminar el examen médico y nos había tranquilizado diciendo que no era nada grave, sino solo un poco de estrés y cansancio. Más tranquilos nos sentamos en la silla frente al escritorio del médico y distraídamente mirando hacia abajo notamos que está usando calcetines de mujer y zapatos dorados con purpurina. Asia (San Pietro in Cariano)
El médico termina de examinarnos y nos tranquiliza. Su voz era dulce, aunque sentía un escalofrío recorriendo mi espalda. El médico procedía a escribir la receta de los medicamentos sentado en su mesa. En ese instante, vi un líquido rojo deslizándose en su mesa. Mientras tanto, él alzaba la cabeza y nos sonreía. Intentamos poner una sonrisa en nuestro rostro, pero queríamos irnos corriendo de allí. Cuando terminó la consulta, nos dirigimos hacia la puerta y justo al llegar me tropecé con algo. Con lo que me había tropezado era un paquete de pan Bimbo. De repente, todo tenía sentido, ese líquido rojo era mermelada de fresa y estaba acompañado del pan. Al final, esos eran los ingredientes del desayuno que se había tomado horas antes.
Melissa (Santander)
Además de trabajar en equipo, de poder expresarnos con libertad y de aprender de los demás, en los proyectos eTwinning siempre hay un elemento de creatividad que hace que todo se vea con otra luz, con un enfoque nuevo. ¡Nos encanta! Esta vez, hemos cogido el miedo de la mano y seguimos viviendo.
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