jueves, 9 de marzo de 2023

Exposición: Taller de máscaras

Los alumnos de 1º ESO y su profesora del Dpto. de Plástica nos presentan sus trabajos de máscaras del carnaval en la sala de lectura de la biblioteca. Podéis visitar la exposición hasta el próximo 15 de marzo. 











+ info:

Historia de las máscaras de Carnaval

Tienen su origen en Venecia, en el siglo 13, y se vinculaban tanto a lo social como al entretenimiento.

¿Cómo fue su evolución?

Tradición dentro de otra tradición, llevar una máscara en el Carnaval es una tendencia que lleva varios siglos, y cuyo origen se remite a Venecia, ciudad italiana en la que se utilizaron por primera vez la cobertura del rostro y los disfraces para que, durante la celebración, se borraran ciertas diferencias de clase social y género entre los festejantes, aunque también fueron una forma de escaparse de la vida cotidiana y habilitar la transgresión, la libertad y, en límites más extremos, incluso la inmoralidad.

Aquellas máscaras del siglo 13 siguen teniendo vigencia en los propios carnavales venecianos, una atracción turística que ofrece la ciudad italiana. Pero en el resto del mundo, y con el paso de los años la cobertura elegida para las caras fue sufriendo mutaciones y tomando formas de temáticas populares acordes con cada época. Así, en la actualidad tienen más que ver personajes exitosos en el mundo artístico o deportivo, con protagonistas de comics o series e incluso de videojuegos para los más chicos.

 En la tradición veneciana, la máscara pronto se convirtió en un símbolo de la independencia y la desobediencia a todas las normas sociales dictadas por la Serenísima República de Venecia.

La máscara de Venecia ya cobró relevancia en 1268, cuando se estableció una ley remota que limitaba el uso inadecuado de las máscaras: el documento prohibió a los hombres enmascarados, llamados “Mattaccini”, el juego de “huevos”, a través del cual se los llenaba con agua para luego ser arrojados a las mujeres que paseaban. Es decir: la prehistoria de las bombitas de agua que todavía hoy permanecen como una tradición carnavalesca.

Según la historia, en 1299, bajo el gobierno del dux Pietro Gradenigo -máxima autoridad de la República de Venecia- Christopher Tolive, uno de sus secretarios, permitió que la población más acomodada de la ciudad pudiera mezclarse con el vulgo. Así dio origen al carnaval. El disfraz era la clave para ocultar identidades.

Hacia el siglo 15 ya estaban convertidas en una tradición, tanto que en 1436, los fabricantes de máscaras, llamados “Maschereri”, regularon su oficio ante una demanda que seguía creciendo. Las máscaras eran producidas en varios colores y adornadas con gemas y telas. Y para ese entonces ya no se usaban sólo en el período de Carnaval, sino también en muchas otras ocasiones a lo largo del año. Era el símbolo de liberación y hasta de permiso para las transgresiones más oscuras, como la lujuria.

En la República Serenísima de Venecia, la denominación que tuvo la región entre el siglo 9 y finales del siglo 18, las principales máscaras utilizadas fueron la Bauta, la Moretta y la Larva o Volgo, construidas en cuero y hasta madera cubiertos en terciopelo. Eran acompañadas por la clásica vestimenta conocida como Tabarro, una capa negra, larga, que se ajustaba tanto para hombres como para mujeres.

Una Bauta tenía bien marcados los ojos y la nariz, y lo más llamativo era la ausencia de boca, que en este adorno era sustituida por esa especie de pico cuya misión principal era permitir comer e incluso beber sin necesidad de quitársela y lo más importante: hablar simulando la voz.

La Bauta era un tipo de máscara usada por hombres y mujeres e incluso era obligatorio que las mujeres casadas la llevaran puesta cuando iban al teatro y estaban prohibidas entre las jóvenes en edad de casarse. La máscara era un accesorio habitual en la vestimenta de muchas mujeres que incluso comían con ella si bien podían hacerlo sin problema. Los hombres por su parte, llegaban incluso a usarla para la toma de decisiones de importa política.

La Moretta es uno de los diseños más antiguos del carnaval veneciano. Aunque su nombre pueda inducir a pensar en un origen italiano, se trata de una creación francesa que, gracias a su elegancia y su feminidad, se convirtió rápidamente en la máscara preferida de las damas venecianas de principios del siglo XVI. De forma ovalada y carente de cualquier rasgo humano más allá de la insinuación de la nariz y el hueco de los ojos, eran generalmente de color negro forradas en terciopelo negro.

Las mujeres mantenían sujetada la máscara a través de una bola que se apretaba con los dientes. De ese modo, no podían hablar durante toda la velada. Por eso también se la conocía como la Servetta Mutta (la criada muda) pero, lejos de considerarla como un menosprecio a la mujer, los venecianos de la época consideraban como la representación de la pureza.

También fue popular la Larva o Volto, el antifaz más común utilizado en la ciudad italiana ya que su fabricación era muy sencilla. El significado de esta máscara procede del latín “fantasma” o “espiritú del mal”. Es completamente blanca y normalmente es acompañada por un sombrero de tres picos. Sin embargo, con el paso del tiempo, mutó en una especie de lienzo que se puede personalizar por completo, lo cual permite muchas versiones de este tipo de careta.

Fue tal la necesidad de usar máscaras y por ende el furor generado en la comunidad que los venecianos llegaron a estar más tiempo de incógnito que a cara descubierta. Durante el siglo 18 fue su expresión más barroca. Había seis meses de festejos y de lujuria. Bajo la ocupación de Napoleón, a partir de 1797, lo prohibieron por temor a las conspiraciones que podían tejerse detrás de las máscaras. Para ese entonces se trataba de una moda que había trascendido largamente los límites de Italia y se la veía en reuniones aristocráticas de muchos países de Europa.

La tendencia actual de usar máscaras relacionadas con personajes populares tiene su correlato con algo que ya sucedía algunos siglos atrás. Fueron muy reconocidas como representación de los personajes de la Commedia dell’Arte, una manifestación artística que cobró tanta relevancia que los venecianos terminaban disfrazándose de sus personajes favoritos. Era una forma de teatro que se basaba en la improvisación, inició en el siglo 16 y fue popular hasta el 18. Los actores se desenvolvían corporalmente con una mezcla de malabarismos, acrobacias y humor sobre una base de personajes con una historia áspera.

 Fuente: https://www.clarin.com/sociedad/historia-de-las-mascaras-de-carnaval_0_1YydyLOT.html


No hay comentarios: