SEMANA DE LA BIBLIOTECA : 22 AL 25 DE OCTUBRE
-Jornadas de Puertas Abiertas.
-Presentación del día de la biblioteca y lectura del pregón
-Exposición y préstamo de libros
El próximo 24 de octubre se celebra en
España, como cada año, el Día de la Biblioteca. Una iniciativa de la Asociación
Española de Amigos del Libro infantil y Juvenil que tuvo su origen en el año 1997. Desde
entonces, Amigos del Libro se ha esforzado en dar a conocer y reconocer la
labor de las bibliotecas, sus servicios, sus recursos profesionales y agradecer
y reconocer la labor de los bibliotecarios y las bibliotecarias. Este año la
celebración tendrá lugar en la biblioteca “Ramón Pérez de Ayala” (Oviedo) y
contará con la participación de bibliotecarios, escritores, ilustradores,
narradores de historias, editores, profesores, miembros de la asociación,
responsables políticos y entidades que fomentan el uso de las bibliotecas.
El pregón de este año, que reproducimos
a continuación, es obra del escritor Gonzalo Moure (Premio Cervantes Chico
2017), y el cartel ha sido realizado por el ilustrador Alfonso Zapico,
Premio Nacional de Cómic en 2012.
Premio Nacional de Cómic en 2012.
El
día de la luz
Vengo
del desierto del Sáhara, de inaugurar una biblioteca. Está en Dajla, el más
alejado, el más olvidado de los cinco campamentos de refugiados saharauis. Es
la cuarta biblioteca que construimos, y es preciosa. En el centro hemos
plantado árboles, para que los niños y los jóvenes del Sáhara puedan
experimentar el gozo de sentarse a su sombra a leer un libro. No queremos que
esa biblioteca sea ningún “templo de silencio”, sino más bien un espacio para
del sonido, para el ruido. Una biblioteca que ya es el lugar más hermoso del
campamento. Un espacio para desear ir a buscar lectura, pero también amistad,
sueños compartidos. Incluso amor. Un lugar en el que enamorarse mirando unos
ojos por encima de un libro. Porque al fin y al cabo, la biblioteca es el lugar
en el que se descubre al otro, de papel o de carne.
En
una película inolvidable, la mejor película de ciencia ficción de la historia,
2001, una odisea del espacio, aparece un monolito cada vez que el hombre se
dispone a dar un salto cualitativo. Kubrick, su director, debería haber puesto
un libro en su lugar. Porque han sido los libros los que han marcado el ritmo
de los cambios del ser humano. Porque el libro es el laboratorio del hombre, el
lugar en el que se experimenta con emociones, descubrimientos, utopías,
apuestas. Somos lo que somos porque hemos pensado y escrito sobre cómo ser y
sobre cómo no ser. Y seremos lo que pensemos, lo que piensen y escriban las
próximas generaciones.
Así
que una biblioteca no es solo un lugar en el que invitar a leer, sino también,
o por eso, un lugar en el que invitar a escribir. Las bibliotecas del siglo XXI
son, pueden ser, tienen que ser el semillero de nuevas novelas, nuevos
monolitos, mojones de nuestro futuro. Si el siglo XX fue sin duda el siglo de
la lectura, el siglo XXI puede llegar a ser el siglo de la escritura, ya lo
está siendo.
Por
todo eso construimos bibliotecas en los campamentos del desierto. Porque no son
solo para los saharauis. Las paga nuestra sociedad civil, mediante socios
adultos, y mediante actividades solidarias en colegios, institutos y
bibliotecas. Y los alumnos y lectores que las sufragan se hacen conscientes de
lo extraordinario que es tener una biblioteca, aprenden a valorar la suya, a
defenderla. Cada biblioteca del desierto tiene detrás a miles de niños, jóvenes
y adultos que la han hecho posible con su pequeño esfuerzo. Sumando. Cada
lector saharaui tiene a su lado a miles de lectores, más conscientes de la
importancia de una biblioteca, porque con su trabajo se ha construido una, en
un clima y un lugar tan hostil.
Piensa
en tu biblioteca. Hubo un día en el que esa biblioteca no existía. Alguien la
soñó, luchó por ella, la llenó de libros y también de sueños. Hazte del equipo
de ese alguien que la hizo posible, lucha por un mundo en el que no haya un ser
humano que no tenga cerca una biblioteca, o un amoroso bibliobús. Que no haya
un solo niño, joven o adulto, que no roce la mano de una bibliotecaria que le
aconseje, que le oriente en el laberinto. Que es lo mismo que decir que no haya
un solo ser humano conectado a lo que fue, lo que es y lo que será.
En
tu mano hay millones de manos, estrechando la tuya, acompañándote en el camino.
Tiernas o callosas, pequeñas o grandes. En el libro que te espera en la mesilla
de noche o junto al sofá, hay millones de libros. Ingenuos o complejos,
humildes o lujosos. Pero todo preciosos. Conectados todos por un invisible hilo
de plata que une mano con mano, estantería con estantería, un hilo inacabable y
luminoso. Inacabable, y así sea. Hoy es el Día de la Biblioteca, que es lo
mismo que decir El día de la Luz.
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